La niña y el oso

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I.
Una niña y un oso:
la niña sentada
el oso de pie,
la niña tocando el pasto
el oso tocando el aire,
la niña cortando flores
lamiendo el jugo de los pétalos
oyendo el viento
manchando su ropa,
la niña oliendo el sol con los ojos
el oso oliendo su hambre.

II.
Cuando hay brisa
el lomo del oso es una pradera
y el pelo de la niña un sauce,
debajo del lomo del oso
la piel hierve
la piel de la niña se crispa.
Un sólo viento se ensancha
entre su sueño,
sueña el oso que el frío acaba
la niña sueña que un oso abriga su noche.

III.

La miel despierta
al tocar las lenguas
entre el calor oscuro de las bocas.
El pez tiembla contra las muelas
sala los labios.
Jugo del sol
carne del agua;
cruza agridulce
calma del cuerpo.
Paz de la guerra.



IV.

El oso mira dormir a la niña
la niña parece muerta sobre la piedra,
el oso dibuja el vestido azul de la niña
con un dedo
borda las puntillas blancas
descalza sus pies pequeños.
La niña se queja entre sueños
el oso mira dormir a la niña
y calla.

V

Por las mañanas la niña canta
para despertar al oso,
por las noches el oso cuenta cuentos
para dormir a la niña.
Las canciones de la niña
tienen la frescura del rocío,
los cuentos del oso
el color de los cuervos.
El agua en el pasto
lava la cara del oso,
los cuervos espantan
las pesadillas rosadas
de la niña.

VI

Yo quisiera que mi cuerpo oliera a bosque
dice la niña
como huele tu boca a bosque
a carne cruda
a peces y a conejos
o veces a manzanas,
pero mi boca huele a humo.
Quisiera que mi cuero oliera a bosque
como huele por dentro
tu pecho.



VII

Se mira la niña en el río
el oso no sabe su rostro
hunde la mano la niña en el agua
el oso clava su lengua en la frescura
desdibuja la niña el contorno de su boca
el oso ve a los peces escabullirse
recuerda la niña los objetos brillantes
el oso muerde las olas mansas.
  • Hubo una vez una niña- piensa ella.

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